por Débora Valdés-Miranda Cross
Años de estudio: 1972-1978
Graduación IV Aniversario
LA MAGIA – (1)
Así, a primera vista, parece que nos tocó a nosotros … Y como eramos tantos -como somos aun tantos- los que lo vivimos, pues lo que vivimos parece magia. Será entonces que la magia nos tocó a nosotros? Hmmm??!!!
Vamos a ver: que no se trata de que sin los 5 años vividos en la Lenin mi vida fuera oscura, triste y rutinaria. Nada por ese estilo. Tampoco se trata de que la Lenin defina mi identidad, no ciertamente la mía, que yo soy de las que se inventa a sí misma cada 10 años aproximadamente. Tampoco es que en mi vida, como es hoy, eche yo algo de menos. Pero, si yo sé que la magia existe es porque, despues de vivirla en la Lenin de aquel entonces, cuando la veo la reconozco…
Antes de continuar, déjenme aclarar que este relato no es apto para no-Leninistas, porque no es posible que entiendan y los celos son mala cosa. No sé yo ni si los que pasaron por La Lenin mas recientemente reconocerán la magia de la que hablo, y por favor no me lo tomen en cuenta, porque es solo mi percepción. Yo hablo de los años en La Lenin cuando viviamos juntos todos los de un mismo curso, del tiempo previo a la creación de las Unidades.
En nuestra época había menos control porque “el management” tenía menos experiencia. Quizás nosotros, los de entonces, fuimos los culpables de que “el management” se sacara la fórmula de las Unidades de debajo de la manga. Una fórmula muy acertada de dividir para vencer, y no me lo tomen como una crítica, yo me sentiría muy orgullosa de mí misma si como directora de la Lenin se me hubiese ocurrido a mi esta formula, porque que funciona, claro, pero eso es agua de otro caudal.
En nuestro tiempo no es que hubiera caos ni mucho menos, pero no había Unidades y lo que si había era mucha magia. Y para seguir con mi línea de pensamiento, quiero definir este tiempo como “la edad de oro” de la Lenin … Y así-así, sigo tratando de definir la magia que esos años de escuela Lenin me hicieron conocer y descubro que, como magia al fin, pues que no le importan ni las fechas ni los años. Descubro que solo requiere del grupo de entonces para revelarse y que, cuando se revela, ES la misma de siempre a pesar de que todos nosotros hemos cambiado tanto. Es mas, ella –la magia- es la única “igualita” de verdad despues de mas de 30 años. Y descubro que ES solo de los que ha sido siempre.
La reconozco cuando nos entendemos con el mínimo de explicaciones, y cuando si hay algo que explicar, se hace sin mucho esfuerzo. Me recuerda tanto a una relación de amor, pero eso sí, con mucha gente a la vez claro, mul?????????Antes de continuar, déjenme aclarar que este relato no es apto para no-Leninistas, porque no es posible que entiendan y los celos son mala cosa. No sé yo ni si los que pasaron por La Lenin mas recientemente reconocerán la magia de la que hablo, y por favor no me lo tomen en cuenta, porque es solo mi percepción. Yo hablo de los años en La Lenin cuando viviamos juntos todos los de un mismo curso, del tiempo previo a la creación de las Unidades.
En nuestra época había menos control porque “el management” tenía menos experiencia. Quizás nosotros, los de entonces, fuimos los culpables de que “el management” se sacara la fórmula de las Unidades de debajo de la manga. Una fórmula muy acertada de dividir para vencer, y no me lo tomen como una crítica, yo me sentiría muy orgullosa de mí misma si como directora de la Lenin se me hubiese ocurrido a mi esta formula, porque que funciona, claro, pero eso es agua de otro caudal.
Lo aclaro, porque los hay que estarán tratando de leer entre líneas que Debora esta hablando de orgias de ex-leninistas. Di tú!!!! Pero no, no hablo de orgias.
De hecho los habrá que confunden sus efectos –los de esta magia- con otras cosas, como la atracción sexual. Que no creo que esté necesariamente reñida con ella, pero bueno, que cada cosa es lo que es y que vale mucho aclararse, vamos, digo yo. Hay eso sí, historias interminables de mujeres celosas de sus maridos ex-leninistas y de maridos muy mosqueados con sus mujeres ex-Lenin, y como no? hay historias tambien de muchos ex-leninistas confundidos que se dieron cuenta algo tarde de la diferencia entre la naturaleza de esta magia colectiva y la del amor hecho para dos.
Reconozco esta magia cuando nos reimos mucha gente a la vez de lo mismo y con muchas ganas, por algo que no se ha ni explicado, la reconozco en una especie de euforia que nos posee cuando estamos juntos los de siempre, los que formamos grupo entonces, y la reconozco en las reacciones muchas veces negativas de los que no la conocen ni la reconocen, pero que ven su reflejo en nosotros.
Hey! Vamos a ser sinceros. Esta magia nos la hemos inventado nosotros mismos y habrá mucha gente por ahí que nunca haya conocido nada parecido. Y no pasa nada. Yo, por ejemplo, ni me puedo imaginar lo que se siente al parir un hijo. Vaya magia que me debo haber perdido!!!!, y es que en la vida unos disfrutan de unas cosas y otros de otras. Definitivamente esta es nuestra magia. Y entiendo que sí, que puede crear inseguridad observar desde fuera a dos ex-Leninistas compartiendo intimidades tremendas despues 30 años sin verse. Entiendo que no se lo crean quienes no la comparten. Entiendo que genere recelos. Entiendo la inseguridad al ver a un grupo de gente muertos de la risa por algo que no se ha dicho o explicado……..y es que NO hay nada como atacarse de la risa en colectivo y sin razón aparente.
Díganlo ustedes mismos. Es sencillamente mágico.
Yo, desde luego, nunca mas he participado en ningun otro engendro colectivo como este. Y es que de pronto lo veo clarísimo. Nosotros y nadie mas que nosotros mismos fuimos los creadores de esta magia porque quien si no?. Y de esto me acabo de dar cuenta ahora, segun lo escribo.
Mira que cosa tan maravillosa creamos entonces y aún tenemos en nuestra mochila todos. Da pena ver como las dificultades y las frustraciones de estos 30 ultimos años logren muchas veces nublar la magia nuestra. Porque la verdad es que si la reconocieramos por lo que es, nos podríamos todos sintonizar con esta magia cada vez que nos encontramos, a pesar de todo lo oscuro.
Y que baño de felicidad nos daríamos siempre que nos encontraramos!