Mabel Machado López
Años de estudio: 2001-2004
Graduación XXX Aniversario
Estudios realizados: Licenciatura en Periodismo, Universidad de La Habana
Mayo 20, 2004
A mi Happy 6:
Es verdaderamente difícil materializar ahora la idea de redactar un texto donde se resuman o se plasmen [as impresiones y las sensaciones de casi tres años de convivencia. Me he propuesto entonces, de cierto modo, volcar el alma en el papel, en el empeño de mostrar el agradecimiento y la dicha que siento por haber compartido con ustedes.
A ese lugar del que tanto nos quejamos, a veces con razón, y otras por costumbre, le debemos francamente el habernos mezclado en una masa nada uniforme, pero compacta en su esencia misma, el habernos tallado cual pieza de madera, no totalmente pulida, pero sí lo suficientemente sólida para resistir al paso de los años. A «La Lenin», le debemos el grandísimo honor de nuestro encuentro, de nuestra unión, del inicio de la formación de nuestra personalidad y nuestro verdadero carácter. Gracias a «La Lenin», hemos aprendido a enfrentar solos las consecuencias de nuestros actos, conocido muchos el verdadero sentido del amor, juntado nuestros cuerpos en un abrazo con alguien que supo convertirse en un amigo y forjado de modo consecuente nuestra vocación. Por «La Lenin» seremos lo que de nosotros se espera: mejores amigos, hombres y mujeres con el intelecto fortalecido y las manos seguras para luchar por la vida, gente de pensamientos claros y profundos, amantes de la humanidad y del mundo. En «La Lenin» quedarán grabados para siempre nuestros mejores recuerdos de una adolescencia que ya se nos quiere ir, nuestras primeras locuras, las primeras responsabilidades con algo, alguien y con nosotros mismos; en «La Lenin» se marcarán cual huellas firmes e imborrables nuestra esencia, nuestro olor, nuestros sentidos.
De ese lugar que tanto deseamos formar parte hace buen rato, ya nos estamos yendo físicamente, para volver todos los días con el espíritu, con el corazón. Mientras nos ocupemos de pensar en lo que pasamos en compañía unos de otros, que será como volver a vivido, nuevos cuerpos estarán experimentando esa riquísima sensación de caminar por los pasillos inundados de azul, de sentarse en las aulas y mirar los flamboyanes, de acostarse a las diez y dormirse a las doce gozando del murmullo o detestándolo. Ahora una cola de la ciudad, nos recordará las interminables del comedor, a los baños en lugares públicos estaremos comparándolos con los del docente o del albergue, en cualquier gala, concierto o acto de otra clase, recordaremos que nuestros compañeros eran los artistas que tanto aclamábamos y defendíamos en las actividades culturales del centro. Indirectamente, a kilómetros de distancia y de algún modo, nuestra cotidianidad estará tocada con detalles de estos años, que pasaron implacables sin considerar que los estábamos disfrutando a manos llenas.
Hoy, solo me queda el deseo de que nunca queden relegados a un rincón estos tiempos duros y magníficos, el ansia de que no se olvide que detrás de un teléfono o una dirección escrita en un papel, estamos todos dispuestos a seguir queriéndonos, a ayudarnos y a compartir nuestros futuros. Solo me queda pedirles, que hagamos realidad el sueño de volverá vernos cada cierto tiempo y que pongamos en ello ella voluntad y el empeño.
Con el pecho abierto a la franqueza, les digo que de su felicidad depende la mía, y por eso sueño con que podamos decir algún día que hemos cumplido nuestras metas inmediatas y que trazamos otras, que estamos satisfechos pues labramos los senderos para andar con seguridad y a nuestras anchas en este universo lleno de contrariedades. Aspiro a poder oír de sus bocas impregnadas en sonrisas, que han encontrado el amor y el equilibrio, y que andan eternamente en busca de nuevos sueños.
Los quiere quien es suya de por vida: Mabel Machado López.