Tambor mayor

Tomado del artículo titulado “UNA ESCUELA, UN MUNDO” en la página 36 de la revista CUBA-Internacional en su número 57 – mayo de 1974.

Marianela Ledesma, 16 años, alumna de onceno grado y militante de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), fué la primera que me aseguró – sonriente, los ojos encandilados por el sol de ese mediodía – que en la Escuela Lenin se demostraba con creces que el descanso mental no consistía en el ocio, sino en el cambio de actividad. Como responsable de Orientación Vocacional de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM) me hizo un recuento pormenorizado y concluyente de esas actividades – a las que me remitiré más adelante – que abarcan desde la docencia-producción diarias y la práctica de un deporte, hasta la participación en talleres culturales y en Cículos de Interés Científico-Técnicos.

Sentada frente a mí, las pupilas como carbones, continuó hablando con la premura que hablan los adolescentes o ciertos adultos cuando están a punto de emprender un largo viaje.

En una ocación me dijo un arquitecto:

– yo no sé, aquí hay sala de estar con hemeroteca y discoteca, laboratorios, cubículos de estudio, gimnasio, salones de música, biblioteca, un edificio con talleres para todas las manifestaciones artísticas, y me preguntó: – podrán ustedes usarlo todo racionalmente ?

– Entonces no le supe responder a cabalidad, porque aún la Escuela no estaba terminada, pero hoy afirmo, y la realidad lo demuestra, que sí es posible ese uso racional mediante el cambio de actividades, lo que a su vez nos hace capaces de trabajar planificadamente y bien. Por ejemplo, aquí la promoción es cualitativa: la calificación de excelente se cosidera a partir de 95 puntos y, el aprobado, de 85.

También es cierto que, con los Círculos de Interés, nos vinculamos al trabajo desde noveno grado, en industrias y centros de investigación. Estos Círculos, dirigidos a la formación vocacional, crean hábitos laborales y desarrollan habilidades que luego nos serán útiles en la universidad. Yo, por ejemplo, integro el Círculo de Petroquímica y recibo clases teórico-prácticas en la Refinería Ñico López. Me gusta esta especialidad desde que tuve nociones sobre los derivados del petróleo.