Inti Santana Guerra (31 de enero de 1974, en La Habana, Cuba), trovador de formación no académica. En 1997 se gradúa de Licenciatura en Biología en la Universidad de La Habana. Tiene su primera presentación pública en abril de 1999 en una peña universitaria en la Facultad de Comunicación Social en la Universidad de La Habana.
(Tomado de trova fusion por Maryel Mendiola)
Graduado como Licenciado en Biología y tras unos años de ejercicio de la profesión, en un momento determinado Inti comprendió que lo suyo era hacer canciones que hablaran de su realidad, su ciudad y su tiempo, con lo que optó por dar un cambio de 180 grados y reorientar su vida desde el prisma laboral.
A tono con el favorable ambiente que en la actualidad se respira en La Habana para las propuestas de corte trovadoresco, Santana ha estado muy activo en peñas y recitales. En lo que va entre el año 2001 y el corriente 2002, él ha sido protagonista de conciertos en el Centro de Prensa Internacional y en la Madriguera, un sitio que para bien de los capitalinos y en especial de los seguidores del quehacer artístico de las jóvenes generaciones ha vuelto a recobrar su energía vital de antaño. En la sin dudas reanimada atmósfera que hoy prevalece para cantautores y amantes de dicho tipo de música se inscribe la todavía cercana presentación de Inti, que tuvo como uno de sus rasgos distintivos un lleno total de la sala teatral, cosa que fue resultado de una excelente campaña de promoción, un ejemplo que otros debieran imitar.
Bajo el título de Claroscuro, el concierto devino un repaso de las composiciones que Santana ha venido defendiendo, en lo fundamental del 2000 hacia acá, con la particularidad de que para esta ocasión no se presentó solo acompañado por su guitarra sino que contó con una banda de respaldo, integrada por Yoriell Carmona en el tres, Ruy Adrián López-Nussa en la batería y la percusión, la clarinetista Silvia Pérez, Yannet Mojena en una segunda voz, el percusionista Bandera, Anaisy Gómez en la gaita y el cellista Martín Meléndez, quien en mi criterio fue el más destacado entre todos los instrumentistas. Llamo la atención al hecho del trabajo con una agrupación pues ello hizo que temas de Inti, conocidos con anterioridad, ahora sonaran como nuevos en virtud de las orquestaciones que en línea general supieron captar la esencia de cada pieza.
En ese sentido sobresalieron Corriente eléctrica, Ciudad de los melismas y Con la granada dentro, las dos últimas con un enfoque en los arreglos que las hace cercanas a la tan popular world music. Empero, según mi opinión, la pieza que resultó la mejor arropada fue Karen, una creación de mucha pegada en el recital pese a que en un primer instante, luego superado, los nervios le jugaron una mala pasada al cantautor.
Otros temas que merecen mención entre los escuchados en Bellas Artes son el bolero Cerro-20-Miramar, una desprejuiciada visión de un viaje en guagua por la Ciudad de La Habana, y Yambú de partida, que a fuerza de ser sincero debo decir que la prefiero sólo a voz y guitarra.
Me parece que también es de resaltar el empleo de la gaita en varios temas, al otorgar un cierto carácter épico a dichas melodías. Con una breve pero acertada participación de Yusa como invitada especial, Claroscuro como concierto fue una propuesta válida a la que habría que señalarle los clásicos problemas de audio que se dan en todos nuestros espectáculos musicales y algunas inseguridades en la entonación, en particular en los comienzos de pieza, algo que de ponerse para ello el trovador puede resolver pues en una canción en que interpretó un largo fragmento a capella lo hizo muy afinado y al entrar con la guitarra, la voz estaba en tono. Por lo demás y echando a un lado los contrastes que cualquier observador ha de apuntar en un recital, Inti Santana demostró poseer personalidad propia y no semejarse a nadie. Eso ya es suficiente para prestarle atención.